Una historia
Esta es la historia de cómo este amigo, Kostas, conoció a estas dos hermosas brasilerias.
Es una historia, ciertamente rocambolesca, no creíble, pero, verdaderamente cierta. Lo que pasó después, más tarde nos lo contará -os lo contaré, por supuesto, tengo su permiso-.
Por ahora, sólo deciros que todo sucedió, a las 8 de la mañana, en la plaza de Callao, cuando con otra amiga, estaban sentados, esperando a que abrieran el lugar dónde se tomarían una taza de chocholate.
Ya, os seguiré narrando..., tengo que irme.
¡Hasta luego!
2 comentarios:
Y con la intriga nos dejó... 1besito
Pues... vaya. Ven pronto a contarnos la historia o te traeremos de la oreja.
Un beso.
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