4/6/05

Desde el principio

Desde el principio,
se arriesgó.
A las quince días,
por extraño que parezca,
se había enamorado de ella.
Se lo dijo
y le miró con cara
de incredulidad
y de temor...
.
El
se arriesgó,
como se lanza siempre
a cualquier proyecto
que desee.
.
No le importaba
ni su juventud,
ni su condición,
ni su cuerpo,
ni su alma:
le daba igual
cuando ama.
.
Idas,
venidas,
dimes y diretes,
no le seguía importando,
quizás,
porque le importaba demasiado.
.
Esperpénticas cabriolas
tuvo que hacer
para que su vida
se aproximara a la suya.
.
Le dió
lo que siempre daba:
todo él a borbotones,
su fuente,
manaba,
manaba,
manaba.
.
Fue la única persona que,
desde el principio y
a pesar de su estado
creyó en él:
se lo agradecerá toda su vida.
.
Nunca hizo nada
que la maltratara:
nunca golpeó primero,
se cuidaba bien de ello.
.
Sin embargo,
cuando le ofreció
lo que ella tanto quería,
el hijo fue la escusa:
los miedos,
se adueñaron de ella
e, inteligentemente
-como sin duda es ella-,
le asestó un definitivo
golpe por la espalda.
.
La olvidará,
claro que lo hará,
nunca ha tenido problemas
para olvidarlas
pero,
nunca se perdonará,
el que ella le haya acuchillado
en lo más profundo
de sus entrañas.

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