Wüeblong (5ª parte)
La situación, ha mejorado bastante:
la guerra, aunque no la ha parado quien la comenzó,
sí creemos que se ha disuelto...
Aún así,
estos poemas escritos aquí abajo, ya lo estaban
durante la batalla (¿?) y, he creído exponerlos.
Quedan bastantes más, algunos los leeréis y otros,
mudos se quedarán hasta no se saben cuando.
Que los disfrutéis.
.
Mucho pincho,
mucho piercing,
mucha minifalda,
pero cuando les dices
"tus pies te sostienen
sobre la tierra",
lanzan e incrustan
sus puños
contra tu cara.
.
Fíjate,
prefirió matar el cerdo
antes que criarlo...
.
"Aún te puedo hacer
mucho daño...",
decía,
y no se enteraba
de que, el daño,
se lo estaba haciendo
a ella misma.
.
Desconocía que
no tenía corazón,
y sus entrañas,
estaban desaparecidas:
engañó desde el primer día,
sobre todo,
con su sabroso cuerpo.
.
Hablas
más de lo "normal",
¿Quién lo dice?.
¡Su propio cuerpo!
.
Borraba todas sus mentiras:
no quería que
se siguiera haciendo daño.
.
Era tan mentirosa que,
como el cristal,
se rompía estrepitósamente
a pedazitos.
.
Frecuentemente,
se engañaba así misma,
nunca se decía la verdad:
la tenía un miedo atroz.
.
De una simple inquietud,
llegó a formar un gran
bola de nieve,
una inmensa patata:
tan grande,
tan extrema,
tan sideral
que la hizo verdad.
.
Se jactaba de dominar
la situación:
sus mentiras,
le atravesaban ígneamente
las heridas.
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