Príncipes del Maine, Reyes de nueva Inglaterra
En el hospital del orfanato -la sección niños de St. Cloud`s, en Maine- dos enfermeras eran las encargadas de dar nombre a los nuevos bebés y de verificar que sus pequeños penes cicatrizaran después de la obligada circuncisión. En aquellos tiempos (192-), se circuncidaba a todos los niños nacidos en St. Cloud`s porque durante la primera guerra mundial el médico del orfanato había tenido dificultades, por un motivo u otro, en el tratamiento de soldados no circuncisos. El médico, que también ocupaba el cargo de director de la sección niños, no era un hombre religioso; para él, la circuncisión no era tanto un rito como un acto estrictamente clínico que se ejecutaba por razones higiénicas. Se llamaba Wilbur Larch y siempre evocaba en una de las enfermeras -si exceptuamos el aroma a éter que constantemente lo acompañaba- la madera resistente y perdurable de la conífera del mismo nombre. Sin embargo, la enfermera detestaba el ridículo nombre de Wilbur y se horrorizaba ante la estupidez de haber combinado semejante nombre con algo tan sólido como un alerce...
(John Irving)
2 comentarios:
Suena muy interesante...
No suena sino "es", sumamente interesante. Hicieron una película de este libro, "Las normas de la casa de la sidra" que, bueno, está bastante bien pero, claro, la novela, es la novela, "Mis queridos Príncipes del Maine, Reyes de Nueva Inglaterra".
Besos principescos, Vanessa.
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