Es lo que hay

¡Libre, libre, libre, Yepaaaaaaaaaaaaaa!
Siempre que he recurrido a la vida, la vida me ha dado mucha más vida todavía, como en estos momentos: gracias, siempre te deberé más de una, jejeje.
Por algo será que me encuentro cada día a mujeres a las que ayudo a bajar el macabro cochecito con sus bebés que tienen nombres diferenes a los habituales como Lidia, Dunia, Irune...
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ES LO QUE HAY, ES LO QUE HAY
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Fueron como una habitación de hotel sin pasado ni futuro
fueron lo que fueron porque Dios (¿pero existe?) se empeñó en que fuera así
no quedó como constancia de su encuentro
más que el día, el año y mes en la pared,
escrito con las uñas en el yeso de aquel viejo hotel.
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Los dos sabían que los que los lazos del amor se hacen de espino (¡mentira!)
los dos sabía que quererse es condenarse hasta el final (¡no es cierto!)
los dos sabían que a menudo no es bastante un yo te quiero (sólo lo sabía él)
pero vida no hay más que una y que yo sepa no dan más.
Por ahora no dan más,
es lo que es hay lo que hay y por ahora no dan más.
Es lo que es hay lo que hay y por ahora no dan más.
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Y la noche de sus vidas se fue yendo como vino en un susurro,
si valió la pena o no el tiempo diráse miraron a los ojos (cualquier relación, siempre merece la pena, así, te conoces y conoces, y te sirve para seguir tus camino: tú decides, frecuentemente) hasta verse el uno al otro el corazón,
deseándose cuatro ases a la próxima ocasión.
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Los dos sabían que los que los lazos del amor se hacen de espino (¡no os lo creáis!) los dos sabía que quererse es condenarse hasta el final (¡no es cierto, vamos!), los dos sabían que a menudo no es bastante un yo te quiero (pena, pero sólo lo sabía él), pero vida no hay más que una y que yo sepa no dan más.
Por ahora no dan más, es lo que es hay lo que hay por ahora no dan más:
es lo que es hay lo que hay por ahora no dan más.
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Se miraron a los ojos hasta verse el uno al otro el corazón,
si es que queda después de decirse adiós,
deseándose cuatro ases a la próxima ocasión.
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Los dos sabían que los que los lazos del amor se hacen de espino (¡como siempre, mentira!) los dos sabían que quererse es condenarse hasta el final (¡que no es cierto, leñe!)
los dos sabían que a menudo no es bastante un yo te quiero (de nuevo, sólo lo sabía él) pero vida no hay más que una y que yo sepa no dan más.
Por ahora no dan más,
es lo que es hay lo que hay y por ahora no dan más.
Es lo que es hay lo que hay y por ahora no dan más.
(Mario Goñi)