8/7/05

La traición de judas

La traición de Judas
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Desde luego, últimamente, son las casualidades las que imperan mi vida. Llevo viendo un cartel de una obra de teatro que se ha realizado en Madrid titulada “La traición de Judas”… Desde que la ví, he querido ir a su estreno pero, me ha sido imposible. Anoté su autor, su director y el lugar en que se representaba y, además, quería componer un poema que hablara de la traición, de la deslealtad de las personas. No, no lo he compuesto pero, ahí queda… y encima va Gus y me pasa el testigo con esta frase. Curioso, realmente “curioso”.
Escribo todo esto sentado en las escaleras del Palacio de Cristal, del Retiro de Madrid, cerca de la única estatua que existe en el mundo dedicada al diablo, cuya plaza lleva el nombre del “Angel Caído” –lugar donde realicé mi primer recital de poemas, titulado “Poemas en la noche”-. Descubrí este lugar hace muchos años, vamos desde que visité este parque por primera vez: un gran casón todo de cristal, con un lago lleno de patos, cisnes y demás aves afines. Un sitio desde el que, acomodado en sus escaleras de mármol, puedes extasiarte contemplado el geiser que con cierta regularidad fluye como una llamada a la vida, al agua que fluye por todas partes, que lanza su chorro continuamente y con fuerza inusitada, inundando todo cuanto existe a su alrededor, llenándolo de fuerza de energía, de vida, de mucha vida, como el susurro que aparece en algún momento y nos lleva hacia delante para que sigamos nuestro camino, aún perdiendo el paso, aún navegando a la deriva, pero sin hundirnos como hicieron famosos y titánicos barcos…
Nunca va a ser cuestión de vida o muerte, ni será veneno el que correrá por las venas la desinyecta seducción. Es verdad, los gatos pudieran ser canarios, no pasa un día sin que se acerquen ti sin miedo, lamiéndote las manos, restregándose entre tus piernas, ronroneando cuando son felices cuando la quieren compartir contigo. Ellos, entienden perfectamente el grado de locura en el que nos encontramos, abriéndonos un resquicio de no locura para que podamos recuperar la lucidez que tantas veces nos hace falta, en la que con tanta frecuencia nos quedamos perdidos. Y todo ello, grasias a nuestras familias que, a pesar de todo, suelen ser como las demás, cuando, dándose cuenta unas veces y desorientados otras, nos niegan el ser nosotros mismos, creyendo que “su” verdad, es la única que existe, ocultándonos y prohibiéndonos cualquier asomo de duda, de su duda permanente por lo que están haciendo con nosotros. Nos volvemos “pervertidos” porque nos han rotos desde pequeños, porque nos han manipulado de tal manera que, es la única salida que nos quedó en aquellos momentos y ahora, ya de jóvenes o de mayores, apenas tenemos escapatoria. Convirtiendo la debilidad de los otros en fortaleza para nosotros, sin darnos cuenta, en demasiadas ocasiones que, con ellos, nos estamos perjudicando notablemente.. Y así nos va, “la juventud desorientada por la falta de modelos firmes y honestos que les permitan ver con claridad el camino a seguir”, esto es lo que dicen los que han sido reprimidos, lo que no se atreven a vivir, los que no osan mirar de frente lo que venga, huyendo a cada momento para no enfrentarse con ese dolor oculto que tanto daño les hace, pegando golpes y patadas a diestro y siniestro, como para defenderse de ellos mismos. Bien me lo decía mi abuelito, al que a veces escuchaba anonadado sus relatos de la guerra civil, esa que tan dramática perdieron quienes defendieron el régimen republicano.
El, quiso seguir siempre su sueño, no era del todo feliz pues, soñaba con arriesgar su vida para salvar a aquellos que estuvieran en el peligro de morir consumidos hasta por sus propias llamas. Nuca se vio cerca de ese que llaman dios, no creyó nunca en él: demasiadas injusticias para creer en alguien tan prepotente y grasias al que justificaban tantos asesinatos, tantas injusticias. No, no era para él, lo sabía demasiado bien. No entendía el porqué se quiere estar por encima de otras ideas, de otras personas. Se preguntaba el porqué se menos precia a otros religiones…, no entendía en dónde se estaban equivocando. Recuerdo cómo se reía cada vea que me decía que, “evidentemente, descendemos de los monos”, y con una sonrisa maliciosa añadía, “como verás, hijo mío, hemos aprendido bien poco de ellos, y sus hermanos, los primates más extraordinarios que aún pueblan la tierra, los gorilas”.No entendí en aquellos momentos lo que me estaba diciendo, monos, gorilas…, humanos, hambres, guerras, odios…
No fui consciente de lo mucho que avanzó en mí el tiempo. Sólo recordaba que él era una de las personas que más amaba cuando niño. Era mágico, tenía todas las respuestas. La suficiente e insuficiente diferencia de edad jugaba a su favor y al mío: me decía que yo también era mágico porque así le hacía sentirse a él: era un sentimiento recíproco, abuelo, un sentimiento recíproco. Cada día con él, era un incalculable tesoro, y cada noche, con sus relatos y sus cuentos, un mundo, un imaginable mundo que llenaba de fantasías mi vida, y también su vida. Puedo recordar, perfectamente, cuando, por primera vez, con mi padre y él, fuimos a conocer el hielo, allá en la falda de la montaña y cómo, la cumbre, a lo lejos, se veía totalmente nevada. Esa noche, nos empapamos hasta los huesos, vimos cómo se mojaban los campos, lo secanos campos que, misteriosamente para mí, se inundaban de brillantes gotas de lluvia que nos hacía oler, debajo de aquel gran árbol, la humedad…
Cuando nos secábamos, me recordaba a mi gato, al que le llamaba gato también, y que se lamía una y otra vez para quedarse reluciente, como para sacarse brillo y al que yo acariciaba mientras le miraba a sus negros ojos. Gato curioso pues, se acercaba a quien desconocía y salía huyendo de quien conocía… Era ilógico, ya lo sé pero, ¿no nos ha pasado esto más de una vez en la vida?. Me viene a la memoria, años más tarde, cuando la incertidumbre, era la duda que sostenía mi mundo. Pero no como una duda del mañana, ni del día siguiente, sino como la del paradigma de mis propios valores, entrando en mi el viento con olor a ansias, teniendo plena consciencia de que, de mayor quería ser libre… No, ya no estaba mi abuelo para orientarme, para que, con sus fantasías, guiara mis sueños. Sin embargo, si no hubiera sino hubiera sido por él, aún seguiría susurrando cancioncitas en mal inglés y cerrando los ojos a lo que me deparara la vida.
Me dejó totalmente abierto, creyendo en numerosas cosas, nunca demasiadas. Esto, fue lo que me ahuyentó de tropezarme con verdaderos seres despiadados. De ese tipo de personas que prefieren juzgar sin reglas, actuando sin pensar en las consecuencias o males que pueden causar al ajeno, sin que tengan en cuenta los sentimientos de los demás, siendo incapaces de conmoverse por nada que no surja de su propio interior, como verdaderos egoístas que sólo miran por ellos mismos. Seguro que alguien olvidó concederles alma, no hay duda.
Yo, no soy como la mayoría que piensan que la maldad es algo inherente al ser humano, y que no creen que es debida al resultado de todo lo sembrado a lo largo de los primeros años de existencia. Acepté, como pocos que, aún siendo único, era sólo uno más, y aprendí entonces que podía confiar en los seres humanos, renunciando a no creer en casi nada, creyendo en todo, incluida la humanidad, para aprender a creer en muchas cosas a través de mi confianza en ella.
“Vida no hay más que una”, pensé, aunque mi amor por ella se hubiera roto, y me diera por huir y esconderme; aunque en la confusión y en la vorágine de la soledad, gritara lleno de miedo, “mamá”, la única forma que tenía entonces de escapar de allí.
Me pilló la noche reflexionando sobre mi pasado, y me acordaba cuánto me gustaba el que la hierba acariciara mi cuerpo desnudo mientras rodaba sobre ella, riéndome a carcajadas, y poniéndome a gritar como un loco, a lo largo de toda la orilla del río.
Podría seguir, aún me queda para rato pero, prefiero acabarlo dejándome llevar con lo que fluye, de nuevo, dentro de mí…
Debo de irme, de apartarme, dejar que mi “bajel pirata llamado el TEMIBLE” surque otros océanos, otros mares. Esperando que no sean a mares agrietados donde aparezca; y no encuentre, de nuevo, a mujeres rotas que no desean navegar a la deriva, que en el fondo, llenas de ambición también por hacer daño, naufragar es lo que pretenden sus naves. Sus verdaderos deseos, están muertos, están ajados, están de miedos inundados y con ellos te impactan, te golpean, te pretenden arrastrar hasta el fondo, creyendo que se trata de la felicidad que tan pacientemente están buscando.
Y yo, me estaba dejando deslizar en sus orillas, olvidándome de mí, como casi siempre, zorzobrando con ellas, frustrándome con ellas, hundiéndome con ellas…
Sin embargo, nunca dejé de navegar a la deriva, a diferencia de los grandes navíos que, a pesar de su enorme y firme estructura, han desaparecido en las gélidas aguas, cuando choccan contra fríos iceberg, contra la frialdad de cuerpos malditos..., que les impidieron seguir su camino... y eso, a mi, jamás me va a ocurrir, como bien saben ellas, como bien sabe ella: no me quedaré estancado, ni seré nunca un ser de negra piedra: mi sexualidad fluirá como si tal cosa, como la vida misma, mi vida, nunca la vida de los demás, como hasta ahora..., irá surcando los a mares abiertos que le depare las salvajes olas de los océanos.
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CORAZÓN LIBRE
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Te han sitiado, corazón
y esperan tu renuncia.
Los únicos vencidos, corazón,
son los que no luchan.
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No te entregues corazón libre,
no te entregues.
(estribillo)
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No le dejes, corazón,
que maten la alegría,
remienda con un sueño,
corazón,
tus alas mal heridas.
(estribillo)
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Y recuerda, corazón,
la infancia sin fronteras,
el tacto de la vida, corazón,
carne de primavera.
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(estribillo)
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Se equivocan, corazón,
con frágiles cadenas,
mal viento que raíces, corazón,
destrózalas y vuela.
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(estribillo)
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No los oigas, corazón,
que sus voces no te aturdan.
Serás cómplice y esclavo, corazón,
si es que los escuchas.
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(estribillo)
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Adelante, corazón,
sin miedo a la derrota.
Durar no es estar vivo, corazón,
vivir es otra cosa.estribillo
(Rafael Amor).
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Fairy,
elige mis últimas palabras y continúa bogando por estos mares...
...
Posted by Picasa

9 comentarios:

Iolanthe dijo...

Vaya que fuiste rápido para cumplir la encomienda!! Pase para saludarte y mira que me encontré ya colocado tu capítulo. Muy bien por los entretejidos que haces en una bella narración. Me dejas que elija,... Por cierto, revisa tu mail.
Un beso con cariño (a pesar de que me has dejado un gran paquete a cuestas je je je je)

Gustavo er Cura dijo...

Excelente narración e inspiración, mejor no pudo quedar, yo me he quedado anodado, no sabía que la traición te iba a inspirar demasiado. sabes que muy a pesar que la gente descree en un Dios que habla y se manifiesta de muchas formas, tu eres prueba palpable, porque si te ha tocado 2 veces hablar de ese tema y ahora tienes la oportunidad, es una gran manifestacion de ese ser omnipotente que mora en todos lados.
De verdad felicidades por tan excelente redacción
Gusblog

Kostas K. dijo...

Grasias a ambos por vuestra felicitación: uno, hace lo que puede.
De todas formas, Gus er cura..., te diré que, más que a diós, creo en las diosas y sus magníficas mamadas, a ver si se enrollan y bajan a esta tierra para hacerme una como "diós" manda..., jajaja.
"Simpatía for devil", es una de mis canciones favoritas, con la que estoy asaltando continuamente al Hades para conocer lo desconocido, siendo recibido por Lucifer -el dios de la luz- que fue expulsado del paraíso por rebelarse contra tu todopoderoso. Nunca llamaré a las puertas del cielo -te aconsejo que escuches la versión de los "Gunsens Roses...", para darte algo de vidilla que ya veo que te falta últimamente, jejeje.
Grasias de nuevo por vuestros comentarios y...
¡que siga la juerga, Fairy...!,
¡Yepaaaaaaaaaaaa!

Anónimo dijo...

Julio, estás como una cabra.
Tu texto de novela debo decir que está muy bien narrado, no sé si es algo que puede decir alguno de los personajes visto desde la distancia, supongo que sí y ha sido maravilloso ver cómo el personaje has sido tú mismo, o quizás como me hubiera gustado a mí verte antes de tener que adivinarte.

Con relación a tu comentario... creo que todas, todas, todas las mamadas siempre pueden ser mejores y superables.

Besos y espero leerte muy pronto.

Anónimo dijo...

Creo, Yulius, que uno de los dos, o tú o yo, no se ha enterado de qué iba esta novela. En fin, estoy de vacaciones y me da todo bastante igual, así que... hala, que siga la juerga.

arturoCarrion dijo...

La verdad que lamento mucho esta chorrada seudoliteraria del amigo Julius. Creo que lo que ha hecho es burlarse de "La Novela" y sus respetables contribuyentes, sobre todo de los que la iniciaron, creo que si hay un nuevo experimento de esta naturaleza, se debe pensar mejor en los participantes.
Es una pena este bodrio.

Kostas K. dijo...

rasias Arkadiak por tu comentario. Se agradecen literatos así. De esta manera, sí que se hacen verdaderos amig@s, se nota que tu experiencia literaria -también- es bastante amplia y nos dejas a tod@s anodadados.
Estoy de acuerdo contigo en que la próxima vez, se expulse a quien no la siga, como burros en cuadrilla.
Saludos y hasta la próxima.
Yulius

Anónimo dijo...

Menuda mierda , has roto toda la novela ( el texto es pésimo)

Kostas K. dijo...

Hola, ¡No sabía que l@s amig@s "literat@s" fueran tan ¡jilipollas!. Alguna de la gente que escribe en esta "novela", además de estar vacías -tanto por dentro como por fuera- ni siquiera son capaces de dar la cara con sus opiniones así que, tendremos que tneer cuidado con quienes nos relacionamos, no parece que merezcan la pena. Si el tipo o la tipa que ha escrito con seudónimo es capaz de mostrar quien es, que lo diga, desde luego, le falta honestidad, bastante. Con respecto a que he "roto" la novela: si sólo son capaces de ver, de oír, de comunicar con OREJAS DE BURRO, ya dicen todo lo que son: imbéciles totales, irrespetuos@s, vanidos@s y con una falta de estima que rayan la profundidad mental, social y emocional más inquietante. Ten cuidado con ell@s. Simplemente te aviso.
En cuanto a lo de "el texto es pésimo": ¿de verdad sabes leer, o aún te has quedado en lo de "mi mamá me mima..."? -que seguro que esto sí que te hace mucha falta-: ¿cuánto tiempo dices que hace no hechas un polvo?: ¡Así te va!. Ah, y espero que tardes bastante en echarlo y, además, cuando lo hagas, ni siquiera lo disfrutes, para que te vayas enterando de lo que vales...