26/9/05

Descolocándome (I)

Bajé del autobús
y la lluvía caía
mojando toda la ciudad,
empapándome
también de tu reciente imagen
abrazada a mi
agarrarrándome
a tu cintura
como tanto me gusta
y creo que también a tí.
Los jardines de la Casita del príncipe
lugar donde paseamos
estrechamente,
cogiéndote en mis brazos,
escuchando tu ensoñadora
sonrisa,
interiorizando tus diminutos
labios,
estrechándonos
sinceramente las manos
sintiéndonos
como dos humanos
que se tenían mucho
que decir.
Nos besamos
con el cariño de
de una mujer y un hombre
que habían recuperado
también la amistad
después de tantos años.
Me descolocaste,
me descolocaste
como el primer día,

campanilla,
como el primer día.

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