Cuidado con esta psicoanalista

Julio del 2005

Ring, ring, ring...
* Dígame
- Hola, me llamo Kostas y nos conocimos en la pasada Feria del libro, me dedicaste el libro que te compre. Te llamo porque lo he leído y me ha gustado mucho. Ya tengo otro de una recopilación de poesía hecha por mujeres y me gustó mucho. Me gustaría quedar contigo, tomar unas cervezas y charlar un rato sobre tu "Estallidos de deseos".
* Soy una piscoanalista y si quieres hablar conmigo tendrás que pasar por mi

consulta, son 50 euros.

-... ¿Y?....
No te llamo para ir a tu consulta sino para hablar sobre tu libro.
* Si quieres hacerlo, tendrás que pasar por mi consulta.
- Y yo soy pedagogo y otras cosas más.., pero no te llamo por eso sino porque me ha gustado tu poesía y, me gustaría conversar al respecto. Suelo hacer que, si tengo la oportunidad, llamo al autor del libro que acabo de leer para así conocerle un poco mejor.
* No, no me interesa.
- Vale, bien, perdona si te he molestado... Adiós.
* Adiós.


"Soy psicoanalista"
Tus primeras palabras,
sin conocerme,
sin saber con quién hablabas.

Perdida en tu miseria,

ahogada

no sólo en tus propias

desdichas
sino también en tu cuerpo
en tu alma,
en tus frustrados deseos
de que te ame
quien no te ama.
Zorzobrando
una y otra vez
te hallas
en las intrigas
de tu desestabilizador conocimiento:
eras otra persona a la que,
conocer,
tampoco merece la pena,
Magdalena Salamanca Gallego
(del Grupo Cero, de Madrid)(10/VI/05)