28/7/06

Carne de mi carne

Carne de mi carne

Carne de tu carne
fue mi carne:
húmeda,
sazonada,
hervida,
asada.

Carne de mi carne
fue tu carne,
toda ella sin esperanza:
cruda,
adobada,
adiestrada,
esclavizada.

Carne de carne
fueron nuestras carnes
que como promiscuas teas ardientes
se arojaron ambas
a las flamígeras llamas
yendo
de mis sábanas negras

a tus sábanas.

Carne de mi carne en tus entrañas.

4 comentarios:

Fran Invernoz dijo...

Las sábanas, al parecer, también levantan pasiones. Tienes razón en criticar tanta injusticia que hay en el mundo. Coincido plenamente.

gabriella dijo...

siempre se va de sabana en sabana, fecunda como el lecho de amor de la miseria, engendrando mas hijos que aquellos que podemos alimentar, mira que bonito, y eso que solo hablamos de sabanas

Kostas K. dijo...

Joder Roque, si tampoco es para tanto.
Ya sabes, "uno a la semana, no hace daño pero, siempre será mejor, más de uno todos los días...", ja, ja, ja.

Kostas K. dijo...

¿Engendrando más hijos que aquéllos que podemos alimentar, Gabriella?.
A veces sí, a veces no: no creo que siempre generemos tantos hijos e hijas como para dejarlos morir de hambre..., quizás moriría yo antes