Mujer de mercurio (dice)

Tus volcánicas venas
subvierten tu ardiente boca de mercurio
con a que inyectas ácidos de lujuria
en las bocas que, a ti, mujer de metal
se acercan y atraparte quieren
con negrs rejas de sólido acero
de las que escapas como líquida tierra
que huye de esclavismos
y de miserias abismales
robóticos seres adiamantados
caducos, paralíticos, de moral pétrea.
A ti, mujer de mercurio
de selváticos ojos,
de arterias que arrojan líbido purpúrea
por tus rojos labios de dedos peninsulares