Carta a los reyes magos (I)

Os escribo esta respetuosa carta para haceros saber algunas de mis ilusiones para este año. Ilusiones que gracias a vuestra desmesurada generosidad son complacidas por estas fechas a todas las personas de buena fe y voluntad, ¿o no?. Ya sabéis cual ha sido mi actitud durante todo este año pasado, no seré nominado para el Nóbel y ni mucho menos para ser beatificado, aunque prefiero lo primero. Bueno, en líneas generales creo que me he portado bien, aunque eso ya lo sabéis. Por ejemplo: no he faltado un solo día al trabajo; he sido honrado y eficiente con mis obligaciones familiares; respetuoso con los mayores y las autoridades; amigo de todos; no "apoyé" el conflicto en Irak; pagué mis deudas; no he conducido con temeridad; casi siempre he dicho la verdad y, sobre todo, jamás he engañado a mi hijo. No sé si serán méritos suficientes para poder osar pedir algunas cositas sencillas. Ya sé que no he santificado las fiestas ni colocado la x en la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la renta. Nadie es perfecto. A pesar de todo, por si mi comportamiento no ha sido ejemplar a vuestros ojos no pediré ninguna barbaridad.

Ramón González Coll