21/12/09

Los hermanos Malasombra



"Los Hermanos Malasombra
somos malos de verdad;

somos malos como una espina,

que sólo sabe pinchar,

y más malos que la quina...."




1/12/09

Sobre la familia

“….Las personas generosas son complacientes e incapaces de dominar. Ni mi madre ni mi padre me dieron jamás una orden, ni grande ni pequeña; ni me obligaran a hacer cosa alguna, inculcándome así el respeto a la integridad del ser humano…”
(Casilda Rodrigáñez Bustos. La degeneración de la raza humana por la pérdida de sus cualidades fundamentales. Donostia, XI 2009)

“…No hace falta ser un psicópata malvado. La violencia contra los niños es la única permitida por la ley, por las costumbres. Los conceptos de ‘educación’ y de ‘protección’ cubren el autoengaño: se dice que no se puede dejar que los niños hagan lo que quieran porque se harían daño; las prohibiciones son pues, inevitables…
“…Pero no se puede observar el comportamiento de un niño aisladamente de todo su proceso. El niño lleva luchando por su vida desde que nace contra los adultos y contra el orden establecido por esos adultos. Lleva ya mucha rabia contenido. Desde que nace ha sido arrastrado a la espiral de violencia originada por los adultos. No podemos olvidar en ningún caso esta ocasión…”.
“…La carencia de afecto y de cariño que arrastra el niño, desde que es separado de la madre al nacer, es una pieza clave del sistema. No es sólo una represión que se impone; es una vitalidad que no se deja crecer. La necesidad de cariño en los niños no está falseada con la película del amor entre la pareja como sucede en los adultos, que proyectan de ese modo todas sus necesidades de afecto, incluida su carencia más primaria. El niño busca cariño en todas partes, en todo su entorno. Necesita ser querido y aceptado par calmar su herida. Y esa necesidad es y aceptado para calmar su herida. Y esta necesidad es utilizada vilmente por los adultos para hacer al niño todo tipo de chantajes y humillaciones y para atemorizarle. Este mecanismo es el más importante de todos los que utilizan los adultos, porque es el más eficaz, mucho más eficaz que los castigos y las palizas…”.
(Asociación antipatriarcal del lado de los niños y las niñas, Madrid, 1990)

“…Sin el refoulemente y el ‘perdón’ de cada sujeto hacia sus represores directos no podría funcionar la línea de mandos de una sociedad autoritaria; y por eso el ‘perdón’ es una de las contraseñas de todas las religiones….
“…Destruir la conciencia es también destruir la vida y la capacidad de rebelión. Como dice Stettbacher: >. Y esto cuenta tanto para los que ocultan la verdad a las criaturas como para los que no quieren reconocerla:
...Vuestra resistencia, vuestro rechazo a este nuevo conocimiento no es en absoluto una omisión inofensiva: es una decisión. Consciente o inconscientemente, decidís destruir la conciencia y, a fin de cuentas, la vida.
…Y, más adelante, Miller insiste en que todo rechazo a aceptar una parcela de verdad significa un > y de la vitalidad humana…”
(Casilda Rodrigáñez. La represión del deseo materno y la génesis de la sumisión inconsciente. Ediciones Madre Tierra, Madrid 1996).