29/10/04

Landays (Poesía Popular de las mujeres pastún)

Aquí están recogidas una muestra de las que tratan sobre sexualidad y que me dejaron muy perplejo por la valentía y la osadía que en ellas demuestran, a pesar de toda la situación social represora a la que están sometidas.
................
· ¡Oh gallo, retrasa un poco tu canto!
Acabo de entregarme en los brazos de mi amante.
· ¡Ven, amor mío, que te abrace!,
soy la frágil hiedra que el otoño pronto se llevará.
· La noche pasada fue una noche muy extraña,
en brazos de mi amante temblaba como una hoja.
· Mi amante es un collar en mi cuello.
Puede que vaya desnuda, pero sin collar, ¡nunca!.
· Mi boca te pertenece, devórala, no temas nada. No es de azúcar, no puede deshacerse.
· Primero tómame en tus brazos y estréchame, luego recorre mi rostro y bésame uno a uno todos los lunares.
· Tómame primero entre tus brazos y estréchame, solamente después podrás anudarte a mis muslos de terciopelo.
· Con gusto te daría mi boca,
pero, ¿por qué mover mi cántaro? Ya estoy toda mojada
· ¡Aprende a comer mi boca!
Coloca primero los labios, luego fuerza dulcemente la línea de mis dientes.
· Pon tus labios en mi boca,
como un sarmiento de viña que se retuerce.
· Me doblaré hacia ti con todo mi cuerpo
como un sarmiento de viña que en la tierra se retuerce.
· Satisfaré a todos mis fogosos amantes. ¡No soy de las que vejan a sus enamorados!.
· Nunca volveré al ocaso a buscar agua a la fuente, mi enamorado es un demonio que quiere poseerme.
..................
(EL SUICIDIO Y EL CANTO . Sayd Bahodín Majruh. Poesía popular de la mujeres pastún de Afganistán: “landays”.Ediciones del Oriente y el Mediterráneo, Madrid, 2002. )

26/10/04

La cultura del terror/2

La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de hacer lo que se siente
y la humillación pública
son algunos de los métodos de penitencia y tortura
tradicionales en la vida familiar.
Para castigo de la desobediencia y escarmiento de
la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura
del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir
y contagia la peste del miedo.
-Los derechos humanos tendría que comenzar por casa-
me comenta en Chile, Andrés Dominguez.
(Eduardo Galeano)

Dedicado a los Def Con Dos

Don Samuel Jazmín, hijo de Jonás
de la ley observador
comerciante fiel a los principios
de no perder jamás.

Don Samuel Jazmín, hijo de Jonás
eminente pensador
vive por y para su dinero
para él no puede haber nada mejor.

Hace tiempo que en un calcetín
y debajo del colchónb
él guardaba siempre sus monedas
de toda tentación.
Y al anochecer antes de dormir
recontaba su caudal preso de emoción
de verlo entero
para él no puede haber nada mejor.

No gastó jamás en sí mismo
y mucho menos en los demás:
fue tacaño hasta el masoquismo
roñoso hasta la solemnidad.

Don Samuel Jazmín mercader ratón,
se murió sin disfrutar
la fortuna que siniestramente
la usura le dejó...

Avariento tal le llegó su fin
en olor de mezquindad
sin poder llevar al otro mundo
lo que era su mayor felicidad.
(CRAG)

Quizás se hubieran merecido también
algunas de las letras de la Polla Records pero,
dejémosles que vean recompensada
su avaricia...

22/10/04

Acecando la poesía a niños y niñas (entre otros)

Fábulas, ladrones y héroes suben a escena

La posibilidad de viajar a través del tiempo descubriendo algunos de los mejores escritores de la historia es la propuesta de la obra familiar El ladrón de poemas, de la compañía Tritea. La sala Triángulo la acoge hasta finales de mayo.
Con un montaje en forma de fábula donde se intercalan poemas de Gloria Fuertes, León Felipe y Federico García Lora, la representación narra el robo sufrido por el protagonista, mientras repasa unos libros sentado junto a la orilla del mar, de todos sus documentos a manos del El ladrón de poemas. A partir de ahí, uno y otro recorrerán distintas épocas del siglo XX para conseguir dar vida a los versos escritos y hacer de ellos una realidad.
Con esta obra la compañía pretende "acercar la poesía a los niños de cuatro a nueve años", señalan sus responsables. (20 minutos. 22/X/04. www.20minutos.es)

20/10/04

No será la última vez

Sí, será la última vez.
Cada noche, al cerrar tu mirada, muero
-todos los días son finales de tiempo-.

Sí, no habrá más luz en lo que queda de instantes.
Los cráteres comenzarán a surgir y nos perderemos
en la bruma de nosotros mismos y de nuestros cuerpos.
Nada impedirá que traspasemos los umbrales del silencio
que aparecen ya, como si quisieran arrebatarnos
los únicos ahoras en que entramos en los más allá.

Sí, será el principio del cataclismo en que caeremos
iniciado por cada uno con tal propósito.
Nos cegaremos con el frenesí que desearán nuestras bocas.
Tú, te irás; para regresar más tarde con toda tú otra vez.
Yo, huiré; y volveré con todo mi yo para dártelo a ti por completo.
La noche no existirá ya más: siempre quedará en nosotros.
Saldrá a la vida para no darnos la muerte.
Esta, permanecerá enajenada al vernos
y de su tez, delirante, partirán diluvios de ira
por no poder separar cuanto tú y yo formamos.

Sí, será la última vez que un beso mío
acalle tu boca y produzca espumas de dichas;
y que tu aliento, coral vítreo,
me petrifique de arena al exhalarlo.

Sí, el miedo a después perderte, desaparecerá.
Nacerá otro día cualquiera, sin que se piense.
Nos envolverá con penumbras y estertores largos
se desenterrarán para alejarnos.

Sí, no será la última vez que tus ojos
se confundan, con la pasión de estos ojos
que te miran.


18/10/04

pensión peris mencheta

Viajeros que bailan
así despreocupados por el mundo
se detienen a esta hora a descansar.
Estamos en la zona sin nombre.
La zona sin bandera.
La zona del exilio.

Una isla de nómadas perdidos,
un refugio para torpes montañistas
que no buscan coronar ninguna cumbre
sino sólo saludar a las montañas,
un albergue para gente que pasa sin ruido
salvo sólo el que produzcan sus pasos y sus risas,
un puerto para naúfragos y marineros pobres
un hotel pequeñito sin botones ni gerente
una choza comunal, un asilo para el frío
una fonda perfecta donde parar un rato.

¡Sean todos bienvenidos
a la vieja estación de los golfos
y de los vagabundos!
Reclinados en las mesas
descansan de sus tránsitos enormes.
Beben vino y encienden extraños cigarrillos
y toman algún trozo de fruta de la cesta.
Són cómodos y gratos
estos viejos sillones y divanes,
las hamacas, los catres,
las alfombras y colchones
orondos y encendidos
con antiguas cicatrices del amor.
Siempre hay alguien descansando,
siempre hay gente sonriente
con la que echar un rato
de charla, de caricias, de risas, de deseo,
siempre hay alguien que quiere
saber tus andanzas,
a veces cuentecillos divertidos
y otras veces relatos asombrosos que se cuentan
de noche frente al fuego.

Aquí se para el tiempo
y sólo fluye el éxtasis.
Oh, vosotros, peregrinos sin motivo,
romeros hacia el limbo,
saltimbanquis, transeúntes,
caminantes errabundos,
perritos callejeros,
trotamundos ambulantes,
tenaces andarines,
incansables polizones del mundo:

Vosotros que sabéis
de la exacta dimensión de la tierra,
del dolor de los zapatos
y la luz de los caminos,
vosotros,
hijos de nadie
vosotros algún día
heredaréis el reino de la calle.
(M.A. García Argüez)

de Los Fuegos Pronunciados

I
¿Qué habría sido de nosotros
sin los sueños,
sin los fuegos pronunciados,
transmitidos,
alargados
de lengua en lengua?

III
Estás (estoy) aquí,
al borde mismo de la alegría.
Sintiendo
cómo las ventanas se abren,
se inundan los rincones.

Estoy ahora aquí. Estás con la vida.
Con las manos bebiendo de las lluvias
como libertades
presentidas.

Así te siento. Me sientes en el latido,
como fantasma,
como amor prohibido,
como arco y luz de las esquinas.

Haciendo que a revolución me suene el alma.
(Julio Vélez, La palabra labra la palabra)

14/10/04

En llegando lo esperado

Tus cabellos extendiéndose como negras telarañas abismales.
Tus brazos recogiéndose como dormidas serpientes espectantes.
Tus ojos, devorando a otros ojos.
Tu cuerpo, cerrado, pero abierto a sensaciones esperadas.

Unos dedos acercándose a lo conocido, ahora desconocido.

No, ahora, no: mi fatiga es demasiado...

Unas manos alejándose heridas, sin saber aún por qué;
huyendo hacia otro lugar al sentir tan largo impacto.
Sangre sin sangre cayendo en cataratas.
Fugaces relinchos de angustia que te golpean una y otra vez
como incrédulos pensamientos que te llenan de vacío.
No me digas nada,
No me digas nada,
prefiero que tu voz se acalle
antes que oscuras se tornen tus palabras.
No sé por qué; no sé por qué.
Quizás yo, aún sabiéndolo, no estaba preparado para ello.

Casi dos meses de olvido,
en donde tu talle se distanciaba del mío;
en donde tu piel se perdía en otra piel,
intentando apartar así lo anteriormente vivido,
casi negándolo para poder entrar en un nuevo estío.

Yo, siempre hablo; pero tú eres la primera en darle vida a lo que digo.

13/10/04

Resistencia

Estaban convencidos de que resistía
porque me consideraban ideológica
política
moral
física
y mentalmente fuerte

En tanto yo evocaba con mi cuerpo desolado
el ruido del mar
acariciando la arena
y el pedregullo de mis playas
y una frescura luminosa penetró en mi pecho
encegueciendo de vida a la muerte (Miguel Angel de Boer)

Cuando me dí la vuelta, tus reptantes piernas se perfilaban como verticales senderos que te llevan al océnao de la vida: esbeltas, sinuosas, moviéndose al igual que dos serpientes sin prisas, acercándose una a otra, rozándose
hacia la mitad
de las curvas que contornean tus rodillas. Sigilosas, me atrapan sin que mis ojos puedan escapar de su silencio. "¡Ven!", me dicen: ven hacia ese lugar que nos comunica hacia otros mundos; ven hacia ese lugar en donde ambos nos unimos; ven hacia una nueva aventura, en donde mis pies guiarán tu boca, tus manos, tus dedos, tus sentidos.

8/10/04

Me ahoga, desde hace mucho tiempo, me ahoga, se cierra sobre mi cuello y no me deja respirar. En más de una ocasión creí vencerle, creí que lo había derribado, que lo había quitado de en medio... Pero vuelve, últimamente con más insistencia; ya ni siquiera agazapado, sino en toda su amplitud, y me roba el aire, y se adentra adentrándose como reptil de lava ardiente que va solidificandose por todo donde pasa, dejando inerte hasta las utopías más vivas.
Le hablo, le digo que me deje en paz, que ya le vale, que han pasado muchos años, que ya es hora de que se vaya, que... que quiero seguir viviendo dignamente... y no me escucha.

7/10/04

A veces pasan los días y las palabras se descarrrían sin que puedas amarrarlas; incluso desaparecen de tu boca, se olvidan, se alejan como si no quisieran darte la oportunidad de su contacto: no quieren besarte, no desean hablarte para que tú hables... y sigues buscándolas, perdido en el infinito y esperando que quieran encontrarte.

5/10/04

"Todos queríamos romper los grilletes de la estética, sacudirnos el peso de la tradición, luchar contra la mentira de los libros superfluos, pero jamás se nos habría pasado por la cabeza considerar nuestras obras como realizaciones definitivas dignas del museo o de la biblioteca del futuro. Insatisfechos con el resultado, buscábamos sobre todo la eficacia inmediata...
...Sólo sabíamos que debíamos cruzar ese túnel, pero no había nada decidido".
(Clare Goll, A la caza del viento)

4/10/04

Heidi fumaba porros

Me llegó este interesante informe de internet pero, perdí su dirección. Otra vez será.

Informe especial: Heidi fumaba porros y su abuelo era su camello, según se desprende de sintonía de tan famosa serie infantil.Analicemos esta bonita melodía:
'Abuelito, dime tú, qué sonidos son los que oigo yo'
Bien. Heidi es un personaje supuestamente joven, mientras que su Abuelito es, consecuente y visiblemente, mayor.El hecho de que Heidi pida información a su abuelo sobre los sonidos, cuando lo lógico sería que ella oyera bastante mejor que su pariente, puede implicar, básicamente, una de las dos circunstancias siguientes:Que Heidi padeciera una enfermedad congénita en el oído, o bien hubiera sufrido un accidente que limitara su capacidad auditiva, que hacía que oyera peor que su abuelo, quien probablemente tenía una edad 10 veces mayor.Que sus sentidos, así como sus reflejos, estuvieran alterados por alguna razón.
' Abuelito, dime tú, por qué en una nube voy'
Esta segunda frase de la canción confirma una y sólo una de las posibilidades anteriores. En efecto, se confirma que el estado mental de Heidi estaba de algún modo alterado, hasta el punto que la pequeña Heidi podía tener alucinaciones, ver o sentir cosas no reales.
'Dime porqué huele el aire así'
Nuestro argumento adquiere más fuerza a medida que se avanza en la letra de esta canción. Heidi nota un extraño olor en el aire, pero, debido a su estado, no acierta a identificarlo, aún siendo evidente el origen de este hedor, como veremos más adelante.
'Dime porqué yo soy tan feliz'
El estado de euforia injustificada de nuestra protagonista es evidente. El hecho de preguntar a una persona externa sobre su felicidad (cuando lo razonable sería que ella misma supiera el origen de tal alegría), refuerza la teoría de que Heidi estaba mentalmente excitada.
Y por fin:
'Abuelito, nunca yo de ti me alejaré'
Viendo cuan feliz estaba la niña, afirma que quiere mantenerse en ese estado, y, para ello, es necesario permanecer cerca del abuelo.
CONCLUSIONES:
1. Heidi se encuentra en un estado de conciencia alterada.2. El aire huele raro.3. Siente una felicidad absurda.4. Manifiesta su dependencia de otro personaje.
Luego, la conclusión global es la siguiente:
Heidi era una consumidora habitual de estupefacientes, más concretamente, fumadora de derivados del cannabis (Marihuana, Hachís), lo que le proporcionaba un estado artificial de alegría y euforia. Además, puede deducirse que su Abuelo, contrario a cualquier sentido de la protección por su nieta, le proporcionaba tales sustancias, ya fuera de manera gratuita u obteniendo con ello un beneficio de cualquier tipo.